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Científicas del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universitat Pompeu Fabra obtienen una visión exploratoria de las prácticas de participación ciudadana en ciencia en España y proponen una serie de recomendaciones para mejorarlas.

Fuente: freepik

Investigadoras de la Universitat Pompeu Fabra han analizado las características de las prácticas de participación ciudadana en ciencia en España. El trabajo, realizado por Carolina Llorente, Gema Revuelta, del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad (CCS-UPF) y Mar Carrió, del Grupo de Investigación Educativa en Ciencias Experimentales (GRECS) de la UPF; se ha publicado en el Journal of Science Communication (JCOM).

A partir del estudio se proponen una serie de recomendaciones para mejorar las prácticas de participación ciudadana. En primer lugar, sugieren reforzar la formación relacionada con la evaluación de estas iniciativas o la creación de equipos multidisciplinarios con diversidad de conocimientos para organizar este tipo de evaluación. También enfatizan la importancia de tener presente la reproductibilidad de las actividades. 

Los objetivos del estudio han sido identificar los actores que participan en los proyectos de ciencia ciudadana en España, definir cuál es el papel de la comunicación y analizar el grado de integración de los elementos clave para llevar a cabo actividades de participación ciudadana. Es la primera vez que se estudia este aspecto en España.

Los resultados indican una participación mayoritariamente estratégica de grupos de personas que tienen características que los hace ideales para participar en el proyecto (como vecinos, pacientes, personal de la administración pública, etc.).

En el estudio cualitativo las investigadoras han analizado 16 entrevistas a coordinadores y coordinadoras de actividades de participación ciudadana en la ciencia, que incluyen la participación activa de individuos en diferentes fases de un proyecto de investigación. Esta participación puede consistir en proporcionar opiniones, colaborar con la recogida de datos, la interpretación de resultados y/o la toma de decisiones basadas en la evidencia. 

Los resultados indican una participación mayoritariamente estratégica de grupos de personas que tienen características que los hace ideales para participar en el proyecto (como vecinos, pacientes, personal de la administración pública, etc.). También destacan los públicos cautivos, que son aquellos que se encuentran ante una actividad sin haberse apuntado voluntariamente y sin la posibilidad de poder irse: por ejemplo, los alumnos de una escuela.

Las investigadoras apuntan a la comunicación como herramienta clave para el desarrollo de prácticas exitosas.Gema Revuelta explica que “hay que invertir esfuerzos en la fase de conceptualización para identificar a los participantes, las mejores estrategias para lograrlos y el nivel de compromiso con el proyecto que se espera”. 

La selección de un público estratégico es necesaria por el correcto desarrollo de una actividad de este tipo y, a pesar de que la mayoría de entrevistados hacen referencia a este aspecto, hay algunos que todavía consideran el público como una única entidad. Carolina Llorente detalla que: “no tiene sentido identificar el público como «público general» en este tipo de actividades. Se precisan esfuerzos previos cuando se diseña la actividad para identificar qué colectivos específicos tendrían que participar”.

Esta visión exploratoria de cómo se están llevando a cabo estas prácticas de participación ciudadana da un punto de partida para proponer estrategias de mejora para incentivar esta manera de hacer investigación.

Por otro lado, han analizado el grado de integración de cinco elementos clave necesarios para desarrollar una práctica de participación ciudadana en la ciencia: resultados derivados, nivel de contribución del participante, evaluación de la participación, reproductibilidad de la práctica y formación de los participantes y facilitadores. De estos, destacan la importancia de la formación en habilidades específicas en función del grado de participación de la ciudadanía y la necesidad de formación de los equipos organizadores.

La investigadora Carolina Llorente ha explicado que esta visión exploratoria de cómo se están llevando a cabo estas prácticas de participación ciudadana “da un punto de partida para proponer estrategias de mejora para incentivar esta manera de hacer investigación”.

Este estudio ha sido realizado con el apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Ministerio de Ciencia e Innovación.

Artículo de referencia: C. Llorente, G. Revuelta, M. Carrió. Characteristics of Spanish citizen participation practices in science. Journal of Science Communication, June 2021. DOI:  https://doi.org/10.22323/2.20040205