Vigilantes del Cierzo ha sido uno de los proyectos de ciencia ciudadana que introdujo la utilización de biosensores para la medición de la calidad del aire en España, a la vez que se introducía la participación activa de los ciudadanos en su desarrollo.
El proyecto se llevó a cabo en Zaragoza durante 2017 y recogió el testigo de Amberes, ciudad en la que primero se utilizó esta técnica en el proyecto AirBezen que su universidad realizó en 2014. Fruto de la colaboración y del apoyo del profesor Roeland Samson, responsable de AirBezen, se adaptó el proyecto a Zaragoza. Parte de la investigación se realizó bajo el proyecto europeo COST Citizen Science to promote creativity, scientific literacy, and innovation throughout Europe y de la European Citizen Science Association.