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¿Cómo puede ayudarte la ciencia para resolver los problemas de tu entorno? ¿Quieres alcanzar resultados científicos que se puedan compartir y que mejoren nuestro día a día? Con esta guía podrás iniciarte en la ciencia ciudadana y llevar a cabo tus propios proyectos.

Artículo originalmente publicado en el suplemento de ciencia y tecnología de Heraldo de Aragón Tercer Milenio, el 3 de junio de 2021. Puedes consularlo aquí.

La investigación científica discurre por numerosos caminos, y entre muchos de ellos se tienden puentes que contribuyen a su avance y a la consecución de objetivos comunes

A la pregunta ‘¿quién decide lo que la ciencia investiga?’ no podemos darle una única respuesta. Gobiernos, instituciones públicas y privadas, departamentos de I+D+i de grandes corporaciones, institutos universitarios… forman parte de un complejo sistema donde los intereses económicos y políticos definen a menudo el rumbo que la ciencia debe tomar. El científico profesional -aquel que es remunerado por su trabajo- no siempre investiga lo que quiere, y su relación con la comunidad que lo acoge se diluye muchas veces en un océano de directrices, trabas y la constante búsqueda de beneficios a corto plazo. Este conflicto se ha visto más representado que nunca durante estos meses de pandemia.

Pero hay vida más allá de la ciencia profesional y académica. Nuestra experiencia en ciencia ciudadana, y la de muchas organizaciones como la nuestra, demuestra que el conocimiento científico se filtra en la sociedad a través de comunidades, asociaciones, agrupaciones vecinales, centros escolares, laboratorios de fabricación o simplemente a través de entusiastas que no dudan en estudiar, diseñar experimentos y compartir sus resultados, muchas veces por el puro placer de aprender, pero otras muchas para encontrar solución a problemas de su entorno más cercano.

Así, la ciencia ciudadana pone al alcance de todos una metodología rigurosa con la que llevar a cabo proyectos y experimentos científicos y pone a la ciudadanía en el centro del desarrollo científico: le permite decidir qué investigar y cómo hacerlo.

Una guía para dar los primeros pasos en la ciencia ciudadana

Para todo aquel que quiera poner en marcha un proyecto de ciencia ciudadana nace esta guía, editada por el proyecto La Aventura de Aprender, del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF), dependiente del Ministerio de Educación y Formación Profesional.

El proyecto está coordinado por Antonio Lafuente, quien ha contado para la realización de esta guía con Francisco Sanz y Maite Pelacho, investigadores de la Fundación Ibercivis con la experiencia necesaria para desarrollar esta serie de recomendaciones que acercan la ciencia ciudadana a todo el que quiera diseñar y llevar a cabo su proyecto y no sepa por dónde empezar.

Con un lenguaje didáctico y ameno, la guía repasa todos los pasos que se recorren a la hora de diseñar un experimento de ciencia ciudadana: desde la identificación del objeto de estudio y el planteamiento de hipótesis, hasta la presentación y diseminación de resultados, pasando por la búsqueda de apoyos en la comunidad, la recogida de datos, su análisis…

Esta guía es un documento vivo, que podrá ser ampliado con las experiencias de quienes la usen como referencia. Por definición será una guía incompleta, pues no pretende abarcar cómo hacer cualquier proyecto de ciencia ciudadana. Su intención, mucho más modesta, es repasar varios de los elementos clave que se han de tener en cuenta a la hora de realizar un proyecto científico usando metodologías de ciencia ciudadana. Con esta serie de consejos y pasos, fruto de experiencias compartidas realizando proyectos de ciencia ciudadana, podrás llevar a cabo el tuyo.

Puedes descargar la guía haciendo click aquí.