Habitantes del medio rural participan en un proyecto de ciencia ciudadana y contribuyen a la comprensión de la realidad de sus territorios reclamando la necesidad de reconocer su valor productivo, ambiental y social.
Artículo originalmente publicado en el suplemento de ciencia y tecnología de Heraldo de Aragón Tercer Milenio, el 29 de diciembre de 2020.
Los autores y autoras del artículo son Carmen Mínguez García, Marta Martínez-Arnáiz, Javier Martín-Vide, José Ojeda Zújar y José Damián Ruiz Sinoga.
La ciencia ciudadana se plantea bajo una fórmula colaborativa y accesible capaz de crear una comunidad de especialistas y ciudadanos implicados en un proyecto científico. Estos últimos pueden participar con mayor o menor grado de implicación, no solo en la recogida y generación de información, sino también en el análisis e interpretación de los resultados, siempre bajo la coordinación y tutela de los investigadores promotores del proyecto. De esta manera, siguiendo los principios defendidos por la Unión Europea en relación con la ciencia abierta, se genera un marco de interacción entre investigadores y de estos con la ciudadanía.
Con el planteamiento de que la ciencia ciudadana tiene la doble finalidad de ser nutrida por la sociedad y ser nutricia para ella, se ha diseñado el proyecto Geovacui sociedades rurales en territorios vacíos y potencialidad productiva, que trata de ahondar en las causas y las consecuencias del dramático vaciamiento de los pueblos de amplias áreas del interior de España.
Este proyecto, financiado por la FECYT y desarrollado por profesores de geografía de las universidades de Barcelona, Burgos, Málaga, Sevilla y Complutense de Madrid, se realiza bajo un enfoque geográfico, integrador de los condicionantes físicos y las problemáticas sociales y económicas que afectan a sus habitantes. Así, se intenta superar las visiones descriptivas y nostálgicas del abandono del medio rural, al tiempo que se permite a quienes viven en él la posibilidad de dar su opinión y participar en el análisis de su situación vital y territorial. De esta manera, más de 400 voluntarios, residentes en espacios rurales despoblados, han contribuido a comprender cómo es la realidad que presentan sus territorios en un momento en que, debido al impacto de la covid-19, se reivindican como espacios alternativos al modo de vida dominante, eminentemente urbano.
Los participantes en Geovacui, mediante diferentes formas de colaboración (encuestas, entrevistas, comentarios), reunidas en una web interactiva, muestran consenso al afirmar que la solución pasa por contemplar el medio rural con perspectiva global y como un proyecto común que ha de abordarse de manera colectiva y asociativa. Destacan que, si bien es necesaria la dotación de servicios de calidad y de buenas comunicaciones, resulta cada vez más apremiante la necesidad de promover un tejido productivo diverso que suponga oportunidades laborales reales y salarios dignos. Para ello, se demanda una implicación mayor de la Administración, a quien se reclama programas de desarrollo rural adaptados a cada territorio y la reducción de impuestos y trabas administrativas. Asimismo, se resalta que el espacio rural sea considerado un espacio productivo, pero también de decisión, por lo que consideran que el futuro inmediato pasa por dignificarlo socialmente y ante la Administración.
Geovacui (@geovacui) demuestra la gran potencialidad de la ciencia ciudadana, ya que los resultados obtenidos, por un lado, corroboran los estudios realizados con otras metodologías desde la academia y la administración, demostrando su fiabilidad científica y, por otro, aportan una visión más humana y directa, lo que hace que sean más realistas, propositivos y críticos.
Carmen Mínguez García Profesora Contratada Doctora de Geografía en la Universidad Complutense de Madrid, investiga sobre la gestión del patrimonio cultural y el turismo urbano y cultural.
Marta Martínez-Arnáiz Profesora Titular de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Burgos, especialista en patrimonio y paisaje.
Javier Martín-Vide Catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, especialista en análisis probabilísticos de la precipitación y cambio climático. Académico de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona y revisor de los IPCC 4º y 5º.
José Ojeda Zújar Catedrático de Geografía Física de la Universidad de Sevilla, especialista en Ordenación del Litoral y Tecnologías de Información Territorial.
José Damián Ruiz Sinoga Catedrático de Geografía Física de la Universidad de Málaga, especialista en Procesos geomorfológicos y cambio global. Académico de número de la Academia Malagueña de Ciencias.