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Rosa Arias

Cuéntanos a qué te dedicas y cuál es tu relación con la ciencia ciudadana.

Coordino proyectos de ciencia ciudadana en el ámbito de la contaminación ambiental, la economía circular y de la comunicación.

Entré en contacto con el mundo de la ciencia ciudadana gracias a la Fundación Ibercivis, en el momento en que estaban coordinando el proyecto europeo Socientize, que escribió el Libro Blanco Europeo de la Ciencia Ciudadana. En ese momento (2012), presenté por primera vez la idea de la App OdourCollect. Finalmente conseguimos financiarla y el bebé creció y se convirtió en el proyecto europeo D-NOSES (dnoses.eu), a través del que estamos validando una nueva metodología de abajo a arriba para mejorar la gestión de la contaminación por olor en comunidades afectadas. Actualmente se está probando en 10 países del mundo (en Europa, Chile y Uganda). También se ha desarrollado el Observatorio Internacional del Olor (odourobservatory.org), para proporcionar acceso a la información a la ciudadanía, comunidad académica o actividades emisoras de olor, en el que se incluyen mapas abiertos para recoger comunidades afectadas o regulaciones específicas sobre contaminación odorífera a nivel mundial. Además, también estoy coordinando el proyecto NEWSERA, que pretende explorar cómo la ciencia ciudadana puede constituir una herramienta de comunicación en ciencia por sí misma. Y coordino también el "clúster catalán" del proyecto europeo TRANSFORM, a través del que vamos a implementar nuevas acciones participativas y proyectos de ciencia ciudadana a nivel regional dirigidos a mejorar la gestión de residuos sólidos municipales gracias a la participación ciudadana.

Papel actual y potencial de los participantes en proyectos de ciencia ciudadana en España

En general, en los proyectos en los que trabajas, ¿cualquier persona puede aportar? ¿Se requiere algún tipo de formación o entrenamiento? ¿O habilidades especiales?

Cualquier persona puede contribuir en los proyectos de ciencia ciudadana en los que participo, generando nuevos datos válidos para la ciencia. Por ejemplo, en OdourCollect, todos y todas disponemos del mejor sensor para medir olores que existe en el mercado, nuestra propia nariz, y solemos ir pegados a nuestros teléfonos móviles, por lo que mapear es muy sencillo. En las comunidades afectadas, sí que realizamos entrenamientos con la ciudadanía participante para enseñarles a hacer mejores observaciones de olor y a distinguir entre los diferentes subtipos de olor. No existe un único olor a residuo, sino que este puede estar asociado a residuo fresco, descompuesto, compost, o biogás. Aprender a distinguirlos requiere un entrenamiento, pero no hace falta llegar a tal nivel de detalle para mapear olores allá donde te encuentres, en cualquier momento.

¿Crees que hay personas fuera de la academia que puede llegar a la excelencia científica? ¿Conoces casos de personas que te hayan sorprendido positivamente?

Por supuesto. La ciudadanía es conocedora de su propio entorno local, por lo que tienen la sabiduría respecto a la problemática. Nosotros intentamos que participen desde la definición de la propia pregunta de investigación, porque no es lo mismo estudiar la contaminación por olor desde el punto de la ingeniera (como es mi caso) que de la vecina que la está padeciendo, día sí, día también.

¿Cuáles son los principales factores de motivación que ves en los participantes? ¿Conoces factores de desmotivación?

Los principales factores de motivación normalmente consisten en encontrar un asunto de su interés. Por ejemplo, en las comunidades afectadas por contaminación por olor, la motivación principal es recuperar la calidad de vida y del aire en su entorno. La desmotivación llega si después de un tiempo participando, no reciben feedback de sus acciones o no ven ningún cambio o mejora en su entorno. Sin embargo, esos cambios están fuera de nuestro alcance, y lo único que podemos hacer es establecer diálogos entre ciudadanía, autoridades ambientales y actividades emisoras de olor, para conseguir que se realicen, por lo que mantener la motivación se convierte en uno de los mayores retos.

¿Cuáles son tus propias motivaciones para hacer o potenciar la ciencia ciudadana? ¿Hay también algo que te pueda desmotivar?

Hacer ciencia ciudadana no es sencillo y requiere de muchos esfuerzos. Hay que establecer las redes, hablar con muchas personas, y de manera muy diferente, para conseguir la participación y poder mantenerla. Sin embargo, es una herramienta muy poderosa para dar voz a la ciudadanía, a la vez que se consigue avanzar en el terreno científico, por lo que vale muchísimo la pena. Por ejemplo, en el caso de la contaminación por olor, OdourCollect proporciona una herramienta para generar nuevas series de datos, que tienen en cuenta por primera vez la percepción real del olor, que de otra manera sería imposible conseguir. Esto puede contribuir a entender mucho mejor la problemática e intentar solucionarla.

Ciencia ciudadana como metodología transversal

¿Crees que tu experiencia en ciencia ciudadana se podría llevar a otras áreas de conocimiento?

Sí. De hecho por eso he creado la startup Science for Change, para explotar los resultados de D-NOSES, por un lado, y por otro para extender la metodología a otras áreas de conocimiento, en el ámbito de la sostenibilidad, la economía circular y la calidad ambiental, aunque quizás en el futuro pasemos a otras áreas. El potencial es infinito.

¿Cómo crees que se relaciona la ciencia ciudadana con la “open science”? ¿Y con la “investigación e innovación responsable” (RRI por sus siglas en inglés)?

La ciencia ciudadana es una de las ocho prioridades definidas dentro de la ciencia abierta por parte de la Comisión Europea. Y ambas son fruto de la evolución del concepto de RRI hacia una parte más práctica y aplicada. En 2015, el antiguo comisario Moedas sacó su política de "Open Innovation, Open Science, Open to the world", conocida como "las tres O", que ha servido para potenciar las iniciativas de ciencia ciudadana y abierta a nivel europeo.

¿Cuáles son las principales promesas y oportunidades para la ciencia ciudadana?

Esperemos que dentro del nuevo programa marco de investigación europeo, Horizon Europe, que empezará en 2021 y durará hasta 2027, haya un espacio real para la ciencia ciudadana. Se pretende incluir la "co-creación" de manera transversal a las misiones, cosa que puede ser beneficiosa, pero se ha eliminado tanto la convocatoria específica de Ciencia con y para la Sociedad (SwafS) como el concepto de RRI (aparece mencionado sólo una vez en el actual borrador de Horizon Europe, aunque sus dimensiones sí que aparecen más veces). A nivel nacional, FECYT ha empezado a financiar proyectos específicos de ciencia ciudadana, cosa que es muy buena noticia.

¿Cuáles crees que son las principales barreras y dificultades para el desarrollo de la ciencia ciudadana en España?

La falta de confianza en los datos generados por la ciudadanía por parte de la comunidad científica más convencional. La falta de reconocimiento en el currículum científico de la participación en proyectos de ciencia ciudadana. El número todavía bajo de publicaciones científicas sobre ciencia ciudadana que puedan reforzar ese reconocimiento. La falta de financiación para nuevos proyectos y, sobre todo, para dar continuidad a proyectos existentes. Lanzar un nuevo proyecto de ciencia ciudadana es muy costoso, por lo que sería importante garantizar su continuidad en el tiempo.

¿Cómo cambiarías el sistema para que se fomentase mejor la ciencia ciudadana en España? ¿Qué echas en falta?

Que se reconozca como una práctica científica más y se valore su contribución a todos los campos del conocimiento. Idealmente, tendría que llegar un momento en que no se diferenciara entre ciencia y ciencia ciudadana, o que se reconocieran las dos al mismo nivel.

Impactos de la ciencia ciudadana en España y en el mundo

¿Cómo crees que está afectando la ciencia ciudadana a la relación entre la ciencia y el conjunto de la sociedad?

La ciencia ciudadana puede constituir la manera más profunda de participación ciudadana que existe, ya que consigue una participación real de la ciudadanía. Por tanto, es la manera más potente de alinear ciencia y sociedad, y de trabajar aspectos de interés para la propia ciudadanía.

¿Conoces alguna peculiaridad (para bien o para mal) en España sobre el desarrollo de la ciencia ciudadana? ¿Y en alguna de sus regiones/localidades?

España está siendo referente para muchos otros países en materia de ciencia ciudadana, en gran medida gracias a la labor de Ibercivis, a una comunidad practicante muy activa, y al apoyo por parte de FECYT. Podemos sentirnos muy orgullosos. Además, estamos diseñando desde Ibercivis la plataforma que compilará todos los proyectos de ciencia ciudadana, materiales, y recursos a nivel europeo para hacerlos disponibles para toda la comunidad y permitir su replicabilidad y su "mainstreaming".

La financiación de la ciencia es un problema y también se debate sobre su alineación con los mercados. ¿Cuál crees que es la posición de la ciencia ciudadana en estos asuntos? ¿Reduce los costes del proceso científico (p.ej.: materiales/personales)? ¿Los incrementa (p.ej.: adaptaciones para trabajar en abierto)?

Esto es un asunto complejo y debería analizarse caso a caso. Por ejemplo, la tendencia va a ser trabajar en abierto en todos los proyectos científicos financiados con fondos públicos, al menos a nivel europeo, por lo que el coste sería el mismo, se trate de un proyecto de ciencia ciudadana o no. En cuanto a los costes de material, muchos proyectos de ciencia ciudadana trabajan con sensores de bajo coste, por ejemplo, que permiten aumentar la granularidad de las series de datos a un menor coste. Pero esto dependerá del caso en concreto.

¿Qué relaciones ves entre ciencia ciudadana y educación?

La relación es clara: la ciudadanía participante en proyectos de ciencia ciudadana a la vez está recibiendo educación en ciencia sólo por su mera participación.

¿Conoces algún estudio que analice el impacto entre ciencia ciudadana y educación? Si es así, ¿lo podrías indicar?

Se está trabajando en el impacto de ciencia ciudadana en varios proyectos a nivel europeo, en diferentes aspectos, por ejemplo, en el proyecto MICS.

Visión futura de la ciencia ciudadana en España

¿Cuáles crees son las principales tendencias globales (sociales/tecnológicas/políticas) que más influirán a la ciencia ciudadana?

A nivel europeo claramente será la definición del futuro Horizon Europe y el peso que se le de a la participación pública en el mismo, así como otras políticas específicas de apoyo a la ciencia ciudadana que puedan surgir. También es muy importante que desde la comunidad de práctica demostremos los impactos y promovamos su reconocimiento para conseguir una mayor apoyo tanto social como político.

¿Cuáles son tus proyectos de ciencia ciudadana favoritos (por creatividad, por impacto o por otras razones)?

Mis proyectos de ciencia ciudadana favoritos son los que siguen el modelo de ciencia ciudadana extrema desarrollado por Muki Hacklay en el departamento Excites de la UCL, ya que promueven una participación de la ciudadanía altamente inclusiva (cualquier nivel académico) y en todas las etapas de la investigación. También me gustan los que tienen objetivos científicos concretos y permiten generar nuevos datos que contribuyan a cubrir gaps existentes de investigación.

¿Cómo ves la ciencia ciudadana en los próximos 10 años?

Me encantaría que se haya aceptado como una práctica científica más, al nivel de cualquier otra, y que su uso se haya hecho extensivo a todas las áreas de conocimiento.

¿Qué relaciones ves entre ciencia ciudadana y educación?

La relación es clara: la ciudadanía participante en proyectos de ciencia ciudadana a la vez está recibiendo educación en ciencia sólo por su mera participación.

¿Hay alguna otra cosa que quieras decir y que nos hayamos dejado de preguntarte?

Muchas gracias por vuestro trabajo!