Una iniciativa centrada en la prevención de enfermedades crónicas a través del empoderamiento individual y comunitario.
Artículo originalmente publicado en el suplemento de ciencia y tecnología de Heraldo de Aragón Tercer Milenio, el 20/10/2022. Puede consultarse aquí.
Fue un mes de octubre de 2019, cuando publicamos el artículo titulado “La ciencia ciudadana llega a la escuela de primaria” en la sección sobre ciencia ciudadana de Tercer Milenio de Heraldo de Aragón y el Observatorio de Ciencia Ciudadana en España, en el cual describimos los procedimientos del Proyecto COMPASS, centrado en la prevención de enfermedades crónicas a través del empoderamiento individual y comunitario. Han pasado tres años desde entonces, protagonizados en su mayor parte por una pandemia con consecuencias sociales y económicas nunca antes imaginadas.
Durante este periodo de tiempo se ha puesto de relevancia el papel de la ciencia y la transferencia de resultados para conseguir avances sociales y económicos como retorno de la inversión realizada en investigación. La Unión Europea (UE), a través de su programa marco de investigación e innovación, llamado Horizonte Europa, parece haber recogido el guante. El montante económico destinado a este programa durante el período 2021 -2027 asciende a 95.517 millones de euros. Alcanzar un impacto científico, tecnológico, económico y social a través de la participación ciudadana en ciencia y el fortalecimiento del Espacio Europeo de Investigación son los grandes objetivos que la UE pretende conseguir mediante este programa. Para ello, es clave diseñar e implementar actividades que involucren al público en la investigación científica con el fin de fomentar que la ciencia, los agentes políticos y económicos y el conjunto de la sociedad establezcan vínculos con un impacto significativo. En este sentido, la metodología de ciencia ciudadana permite que cualquier persona pueda participar en los diferentes procesos de la investigación científica, desde el diseño y conceptualización de la hipótesis, pasando por la recogida de datos y el mapeo voluntario, hasta la interpretación y análisis de datos y publicación y difusión de los resultados.
El Proyecto de ciencia ciudadana COMPASS se inició en el año 2018. Se trataba de una colaboración entre la Escola La Maquinista, la Universidad de Barcelona y el IMIM – Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques, todas ellas instituciones de Barcelona. El objetivo era evaluar la usabilidad de una aplicación móvil que registraba datos de salud de las y los usuarios (peso, presión arterial, niveles de colesterol, tipo de dieta y actividad física realizada) y recomendaba actividades saludables según el perfil de cada usuario/a. Este proyecto de ciencia ciudadana se utilizó para formar al alumnado de 5º de primaria en metodología científica, trabajar los estilos de vida saludables y su importancia para la prevención de las enfermedades. Los niños y niñas también aprendieron el funcionamiento correcto de algunos instrumentos de medida sencillos, pero muy útiles a la hora de hacer prevención, como son el tensiómetro, la báscula o el tallímetro y se entrenaron para su uso. Posteriormente, fueron ellos y ellas, las que pesaron, midieron la talla y la tensión arterial y registraron el tipo de dieta y la actividad física de sus familiares, todo ello necesario para crear recomendaciones preventivas personalizadas.
¿Cuál es el legado que deja el Proyecto COMPASS?
Esta fue la reflexión que nos planteamos todas las partes implicadas en el proyecto. Ante el convencimiento de que era posible lograr un impacto duradero, este legado se planificó poniendo el foco en la difusión de los hallazgos y en las posibilidades de cambio. Más allá de la transferencia en el ámbito puramente científico, donde el Proyecto ha dado lugar a una publicación científica en la prestigiosa revista internacional Informatics for Health & Social Care, de comunicaciones y ponencias en congresos científicos, así como la participación en el proyecto NEWSERA financiado por la UE, nuestra inquietud se centró en gran medida en el impacto social. Dentro del conjunto de actividades de transferencia, podemos incluir la visita organizada al IMIM de los 50 estudiantes que actuaron como científicas y científicos ciudadanos en el Proyecto COMPASS, durante la cual tuvieron la oportunidad de conocer el día a día del equipo investigador. Es posible que también COMPASS haya podido contribuir a abrir el debate en algunas familias sobre la conveniencia de llevar a cabo un estilo de vida saludable, aunque debemos reconocer que nunca hemos evaluado este aspecto. Pero seguramente, el gran legado del proyecto haya sido crear un módulo de aprendizaje on-line en la plataforma EU-citizen.science, financiada por la UE y en la que participan el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la Fundación Ibercivis, junto con otras 22 entidades europeas. El módulo permite a todas las personas interesadas entender que sí es posible y también muy necesario implementar proyectos de ciencia ciudadana en las escuelas de primaria. El contenido del módulo desgrana paso a paso las diferentes etapas del proyecto COMPASS y culmina con un vídeo-resumen en el cual, mediante entrevistas con las y los protagonistas, podemos conocer los facilitadores y barreras para el desarrollo del mismo.
Por supuesto, toda esta experiencia no habría sido posible sin la inestimable colaboración de la comunidad educativa de la Escola la Maquinista, quienes abrieron sus puertas desde el primer momento y desinteresadamente para llevar a cabo este proyecto.
Os invitamos a visionar el vídeo en este enlace y acceder al módulo y todos los recursos que hemos creado para el mismo.
Un artículo de María Grau Magaña, Profesora Serra-Húnter del Departament de Medicina en Universitat de Barcelona