La recogida, el tratamiento y el uso de los datos en los proyectos de ciencia ciudadana despiertan inquietudes éticas.
Artículo originalmente publicado en el suplemento de ciencia y tecnología de Heraldo de Aragón Tercer Milenio, el 23 de julio de 2020.
Los autores del artículo son Emilia López-Iñesta, Miguel Ángel Queiruga-Dios, Daniel García-Costa, Francisco Grimaldo
La foto que ilustra esta entrada es una captura de la sesión del #CitSciChatEs en la red social Twitter.
#CitSciChatEs es el hashtag o etiqueta que acompaña a los diálogos virtuales de una hora de duración realizados a través de Twitter organizados por Fundación Ibercivis. Estos debates giran en torno a una temática de interés o relacionada con la ciencia ciudadana, seleccionando una serie de panelistas o ‘invitados especiales’ con experiencia o interés en el tema elegido. Los diálogos #CitSciChatEs están abiertos a la participación ciudadana: todo el público usuario de la red social Twitter puede participar respondiendo a las preguntas que se formulan o planteando nuevas preguntas al resto de participantes.
El #CitSciChatEs del jueves 25 de junio estuvo dedicado a la ética en la ciencia ciudadana. Entre los panelistas se encontraban los profesores de la Universitat de València y miembros del proyecto Falla Immaterial Emilia López-Iñesta, Francisco Grimaldo y Daniel García-Costa, que en su última edición trata sobre ciencia ciudadana y sostenibilidad, prestando especial atención a la ciencia de datos y a la ingeniería. Por otro lado, el profesor de la Universidad de Burgos Miguel Ángel Queiruga-Dios participó como público contestando las preguntas propuestas.
En el debate se intercambiaron 329 mensajes (tuits), de los cuales 181 fueron mensajes originales y 148 retuits. Se contabilizaron un total de 90 respuestas a los mensajes y se puede indicar que 76 tuits contenían alguna imagen o enlaces URL. Aproximadamente hubo 19 perfiles de Twitter contribuidores en el diálogo establecido.
Pero ¿qué ideas intercambiaron en el diálogo panelistas y resto de participantes? Veamos algunas de ellas.
La recogida, el tratamiento y el uso de los datos que se generan en cualquier proceso es un tema relevante y de plena actualidad. En el caso particular de la ciencia ciudadana, podríamos decir que existen distintos puntos sensibles en los que conviene definir una clara ética en este aspecto.
Sobre la recogida de los datos: en muchas ocasiones, la participación de la ciudadanía consiste en ayudar en la recogida de datos, por lo que, de algún modo, debería existir un código ético similar al que utilizan las y los científicos en su quehacer. Además, a este respecto, en el debate se insistió en que las herramientas utilizadas para recoger los datos deberían garantizar su seguridad y privacidad.
El tipo de datos recogidos, ya que la propia ciudadanía adscrita al proyecto aporta datos personales en muchas ocasiones que deben ser protegidos y utilizados exclusivamente en el contexto de la investigación. Igualmente, el personal científico que participa en el proyecto aporta una serie de datos personales, pero se puede considerar que la o el ciudadano participante es la persona más vulnerable y las instituciones gestoras del proyecto deberían tener una correcta política de protección de datos.
El uso de los datos obtenidos también es una cuestión que despierta mucha inquietud: si se han obtenido a través de un proyecto de ciencia ciudadana, estos datos ¿deben ser de dominio público? ¿Cada ciudadana/o, por tanto, debe tener acceso a la visualización y análisis de esos datos, para su posterior uso en las mismas condiciones?
En este #CitSciChatEs afloraron otros aspectos éticos, además de los relativos a la protección y uso de los datos como la finalidad de los proyectos de ciencia ciudadana: ¿realmente la ciencia ciudadana puede favorecer una sociedad mejor al fomentar la participación en la ciencia o se trata de un modo más de instrumentalización?
Otras cuestiones tratadas fueron la necesidad de reconocimiento a las personas participantes en los proyectos de ciencia ciudadana, atribuyendo la autoría o el papel en el que han colaborado; la necesidad de implicar en mayor medida a la sociedad en los proyectos de ciencia ciudadana y demostrar que su colaboración es necesaria; el fomento de proyectos diversos e inclusivos; la publicación de resultados positivos y negativos obtenidos en los proyectos y el movimiento de la ciencia abierta (Open Science).
Estos son algunos ejemplos de las temáticas abordadas, pero se trató de un interesante diálogo que invitamos a consultar y a unirse.
La Falla Inmaterial es una iniciativa de divulgación científica de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria de la Universitat de València (ETSE-UV) que acerca a la sociedad la vanguardia en Ingeniería y Ciencia de Datos a través de la cultura festiva y las fiestas masivas como las Fallas.