La creación de una red de colaboración ciudadana para la medida de la radiación gamma ambiental promoverá la cultura de la protección radiológica
Artículo originalmente publicado en el suplemento de ciencia y tecnología de Heraldo de Aragón Tercer Mileno, el 8 de febrero de 2024. Un artículo de Francisco Sanz y Maite Pelacho.
Son muchas las actividades que llevamos a cabo diariamente –por ejemplo, las relacionadas con los alimentos que consumimos, o con el aire que respiramos, o con los materiales que utilizamos, incluso en nuestros entornos domésticos y laborales– que conllevan la realización de infinidad de estudios científicos. Muy especialmente, en las áreas de salud y medio ambiente se desarrolla investigación con enormes beneficios, al favorecer, por un lado, la prevención de situaciones de riesgo y, por otro lado, la forma más efectiva de afrontarlas si llegan a ocurrir, proporcionando la necesaria protección.
Entre las múltiples áreas de investigación en este sentido se encuentra la protección frente a radiaciones, tanto las que proceden de fuentes naturales como las que son consecuencia de actividades humanas. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es el organismo competente en materia de seguridad nuclear y protección radiológica en España y, desde su creación en 1980, tiene como misión proteger a los trabajadores, la población y el medio ambiente de los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes.
A la vez, el CSN trabaja en colaboración con otros organismos, particularmente el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) o la Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR), entre otros. En esa línea de colaboración, el Consejo de Seguridad Nuclear y la Fundación Ibercivis firmaron el pasado mes de diciembre un convenio para impulsar el proyecto de innovación Openred.
En una línea similar, el doble objetivo de Openred se resume como sigue: desarrollar una red de colaboración ciudadana para la medida de la radiación gamma ambiental en España, promoviendo a la vez la cultura de la protección radiológica a través de la ciencia ciudadana y de la divulgación científica.
Las personas participantes de la red ciudadana contarán con detectores para la medida de la radiación gamma ambiental. Dicha radiación procede –conviene recordar– de fuentes naturales, principalmente de elementos de la corteza terrestre y, en menor medida, de la radiación cósmica, así como de fuentes artificiales asociadas a actividades humanas en áreas como la producción de energía eléctrica, la industria o la medicina. En este último caso cabe destacar su uso tanto en la etapa de diagnóstico de enfermedades diversas, mediante gammagrafía, como en el tratamiento de determinados tipos de cáncer, mediante gammaterapia.
Los datos obtenidos por los participantes de OpenRed se enviarán automáticamente a un servidor central para su validación y, posteriormente, estarán disponibles para el conjunto de la población en tiempo real. Un grupo de expertos de las universidades de Zaragoza, Cantabria, Politécnica de Cataluña y el Ciemat asesorará y supervisará el desarrollo del proyecto durante los treinta meses en los que se llevará a cabo.
El desarrollo de Openred incluye un análisis preliminar de las infraestructuras tecnológicas empleadas en proyectos como Open Radiation o Safecast y/o similares, junto con los retos asociados, de tipo técnico, social, legal, económico, operacional, entre otros. Los enfoques de las tecnologías mencionadas son diferentes: Safecast desarrolla detectores de bajo coste para obtener datos geolocalizados de radiactividad, mientras que OpenRadiation permite medir la radiactividad utilizando dosímetros conectados a teléfonos inteligentes. Partiendo del análisis preliminar se desarrollará la infraestructura del proyecto, incluyendo los detectores de medida, un portal web y los protocolos necesarios de validación, análisis de datos y comunicación.
A la vez, se desarrollarán materiales de formación y divulgación sobre las radiaciones ionizantes y los principios de protección radiológica. La dimensión formativa continúa la larga trayectoria del CSN en este sentido, combinándose con la experiencia de Ibercivis en proyectos de ciencia ciudadana.
Crear comunidad, uno de los pilares de Openred
Junto a todo ello, la creación de una comunidad de participantes es, sin duda, uno de los pilares de Openred. Cientos de personas y múltiples entidades –incluyendo organizaciones civiles, educativas, científicas, ambientales, entre otras– podrán contribuir al proyecto, como mínimo utilizando los dispositivos de medida.
Las actividades participativas, componente central de Openred, incluyen en conjunto tres líneas principales:
- La organización y ejecución de un hackatón (encuentro de programadores cuyo objetivo es el desarrollo colaborativo de ‘software’) en distintas ciudades. El objetivo será la mejora de los dispositivos diseñados, abordando además los retos identificados en el estudio de viabilidad.
- El desarrollo de misiones participativas para el diseño de experimentos de ciencia ciudadana –con el apoyo de expertos en las áreas necesarias– en los que se usen los dispositivos mejorados y validados y la infraestructura web desarrollada.
- La realización de experimentos de inteligencia colectiva con el objetivo de evaluar el impacto del proyecto en términos de cultura científica y de concienciación social. Para realizar estos experimentos se contará con las personas participantes en las misiones.
Openred busca, por tanto, favorecer la creación y consolidación de una cultura científica en torno a la radiactividad y la protección radiológica, así como sobre el trabajo desarrollado por las correspondientes instituciones de investigación. Y lo hace mediante metodologías de ciencia ciudadana que no solo constituyen una potente herramienta para el desarrollo de la cultura científica y la comunicación de la ciencia, sino que permiten la involucración ciudadana en la investigación, con beneficios diversos para todas las personas y comunidades implicadas.